La alegría forma parte de lo minúsculo y de lo imprevisible. Cada vez río menos a carcajadas, pero andando la vida siento una brisa acariciando el pétalo de lo real , y me sorprendo alegre. Es algo muy pequeño, pero intenso.
Esa alegría es de Dios. O, si lo prefieres, a Dios le alegra mucho que la percibas.
Si cuando rezas oyes dentro de ti pensamientos, opiniones preocupaciones, muchas cosas, allí no está Dios . Eso está a oscuras. Malos rollos.
¡Alegría de lo pequeño, en lo pequeño, tras lo pequeño!
¡No te canses, está muy cerca!.
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