Me pregunta en un correo que el "una vez es suficiente" que escribí ayer le suena a Escrivá y su ver una vez la vocación para decir sí toda la vida.
Algo de eso es. Pero no es eso.
Toda vocación es absolutamente loca y transformativa. No paras en barras, puede con todo. Y el amor lo es.Como cuando has degustado una vez una alegría inmensa, una experiencia de felicidad. Te puedes religar a ella para vivir siempre momentos de alegría y felicidad para seguir esperando a pesar de todo.
El que lo probó lo sabe.
Cuando sucede una vez, es algo que no queda en el ámbito de la memoria, sino en el de la experiencia. Te toca, ¡y de qué manera! El corazón ha vivido eso y desde entonces te acompaña siempre.
La cortina del tiempo se ha inflamado por el viento de esa mirada, de esa caricia, de ese amor , el que sea , y has visto lo que hay detrás. Poco importa que esta cortina vuelva su sitio, se reconstruye siempre, y a veces es dura como una muralla.
Pero ya has visto lo que hay detrás, y eso estará siempre ahí.
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