No escribo para que me leas. Escribo para que me escuches. O eso quisiera, con todas mis fuerzas.
No sé describir maravillas que veo a mi alrededor, como el temblor de la superficie quieta de un río al soplo de la brisa. ¡Es tan difícil!.
Para mi escribir es, sobre todo, rezar. "En lo secreto" es un balbuceo que quisiera orar. Aún me queda mucho por aprender.
En el árbol de mi vida las experiencias son como cortezas que se solidifican unas sobre otras. Y así, la contemplación de una flor de este árbol - ¡Dios mío aún florece!- sirve como aliento para musitar una jaculatoria, y a la vez, fuera una forma inexcusable de entender que esa flor también se marchitará: de que todo se irá.
Pero, al mismo tiempo, que nadie puede quitarnos el disfrute de ese instante en el que florecemos y que es sólo nuestro, lo único que tenemos.
¿Alguien me entiende?
Claro que si, Suso. Somos todos tan parecidos y tan distintos...... Te entiendo a veces, y otras no. Unas veces me haces reflexionar, y otras pienso "ya está con sus cosas". Pues como me pasa a mi, y a tantos.
ResponderEliminarNo dejes de escribir. No importa quien te lea, y a pesar de que muchas veces, mea culpa, dejemos de responderte.
La verdad es que nunca pensé que en lo Secreto fuese para mi tan importante, importándome nada quién me lea.
ResponderEliminarPero gracias por estar allí!
La verdad es que nunca pensé que en lo Secreto fuese para mi tan importante, importándome nada quién me lea.
ResponderEliminarPero gracias por estar allí!