domingo, 19 de abril de 2015

¿DÓNDE HALLAR LAS PALABRAS?

En todos los caminos hay algo en común: el Silencio como inicio a la Meditación, la Soledad para alcanzar a escuchar a Dios, la Paz interior como senda de desprendimiento...Jesús  inició su vida pública marchando al desierto...no debió de ser algo excepcional en su vida buscar retirarse durante sus años de vida oculta..

Si quieres avanzar en lo Escondido , ama el Desierto.

Si todavía no has llegado a ese cruce de caminos que es el encuentro personal con un Dios personal, estás en tierra de nadie, o perteneces cultural  e ideológicamente a una religión , o sea, nada. No creo que ese Dios influya en tu vida de una manera que ponga patas arriba todos tus valores. Me refiero a "conocer" a  Dios.

"Conocer" en el sentido que  da la Virgen al anuncio del Ángel: "¿Cómo será esto, pues no conozco varón?".

No conoces a Dios hasta que no has tenido una relación tan personal  que enamora. Como te enamoras de una mujer, o de un hombre, y ese amor es de verdad. Nada que ver con cosas como "mariposas en el estómago", o sensaciones epidérmicas o, ni mucho menos, posesiones histéricas de "¡ jos míos, jos míos !: ¡sedme fieles!"

Es otra cosa , que me parece sabes de qué hablamos.

2 comentarios:

  1. El desierto es una experiencia que te hace bien, mucho bien.
    Estamos acostumbrados a percibir la humanidad a una determinada escala, las ciudades y los pueblos determinan con sus calles y plazas la escala de las relaciones humanas, nos relacionamos en unas superficies públicas.
    En la carretera la linealidad es determinante, y los viajeros nos relacionamos en puntos, las gasolineras y baretos.
    Cuando llegas al desierto, la cosa cambia.
    Si te cruzas con alguien tardas una media hora desde que lo ves hasta que te lo cruzas, y te tiene que apetecer cruzarte porque ni él ni tú pisáis camino alguno.
    Las dunas tienen alturas de treinta metros, y de nada sirve memorizarlas, pues mañana tendrán otra forma diferente.
    Las estrellas se ven con una nitidez escalofriante. Es como si las vieras por primera vez.
    Y el paisaje esperado te rompe las expectativas. Nada que ver con cualquier idea preconcebida.
    ...
    Allí dejé a un gran amigo, bereber y director de un hotel. También tiene un grupo musical.
    Me pasé una de las mejores mañana de mi vida dibujando con él estrellas y flores sobre la arena en la entrada del hotel, de un tamaño tal, que atrajimos la atención de toda la comunidad, y luego bailamos y cantamos sobre ellas.
    ...
    Si alguna vez quieres darte un baño de desierto, hazme caso. Te doy el contacto de mi amigo bereber.
    Estoy convencido que Jesús conoció a un antepasado suyo cuando se retiró al desierto.
    Completamente convencido:

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  2. Siempre había estado allí, pero uno lo siente en un momento dado. ¿Por qué no antes? Lo de antes parecía tan real...
    Es como si cada uno viviese en su película, una película que es real para él. Hasta que un día cambia de película, o, si tiene suerte, empieza a conocer al director de cine.

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