Hubo un tiempo que pensé que la iglesia debía de ser una especie de club de almas selectas, una especie de C.O.E. , Cuerpos de Operaciones Especiales, West Point, ¡sí, señor, sí!, ¡no hay dolor!.
Incluso conocí sacerdotes que negaban la absolución por considerar que no había auténtico propòsito de la enmienda. ¡Dios, cuánta tontería, y qué daño han hecho!
Y leo esta reflexión del Papa:
"Y tampoco las puertas de los sacramentos deben cerrarse por una razón cualquiera (…) La Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”.
¡Cómo cambia la película cuando te das cuenta que el perdón y la Eucaristía es alimento para débiles!
Magnifica entrada Suso!
ResponderEliminarEn mis tiempos del Betis llegué a atormentarme muchísimo con el tema de negar absoluciones porque alguien pensara que no había proposito de enmienda....