Escribe Ratzinger en "Introducción al Cristianismo" :
"Nadie puede poner a Dios y su reino encima de la mesa, y el creyente por supuesto tampoco".
Pienso que solo se puede tener fe en la duda, y en muy pocas cosas más.Si dudas creces.
Sigue Benedicto XVI :
"El que no cree puede sentirse seguro en su incredulidad, pero siempre le atormenta la sospecha de que “quizá sea verdad”. El “quizá” es siempre una tentación ineludible a la que nadie puede sustraerse; al rechazarla, se da uno cuenta de que la fe no puede rechazarse.
Digámoslo de otro modo: tanto el creyente como el no-creyente participan, cada uno a su modo, en la duda y en la fe...
Nadie puede sustraerse totalmente a la duda o a la fe. Para uno la fe estará presente a pesar de la duda, para el otro mediante la duda o en forma de duda.
Es ley fundamental del destino humano encontrar lo decisivo de su existencia en la perpetua rivalidad entre la duda y la fe, entre la impugnación y la incertidumbre".
Esa actitud de duda ante la fe , que algunos la tienen por muy sospechosa, hace que nos podamos comunicar unos con otros , como unidos por vasos comunicantes . Dudo, ¡claro que dudo ! : no de la historicidad de Jesús,pero...¡¿y lo demás?.
Y sé que así, me sucede a menudo, el creyente se acerca al que duda y el que duda lo lleva al creyente.
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EL BARULLO: AL ÁRBOL
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