jueves, 16 de julio de 2015

EL CÓDIGO

Desconfío de lo que necesita explicarse lejos de la sencillez.

No  creo en el derecho canónico, que encierra en normas, cánones  , leyes, disposiciones, y artificios la vida de los hombres, su fe, sus costumbres, sus amores, su libertad.

Tanta rigidez  hace legal el mismísimo pecado mortal, o sea, que sigues muerto, pero  hacemos como que estás vivo. 

El Código de Derecho Canónico es una mentira que basa su ordenamiento en la  ficción y en la moral inventada, pues muy pocas veces apela a la Escritura como norma de interpretación. Es más, se dice que si no estás en el Código, no existes.

Falso: es en el Evangelio donde hay que estar. 

Así, en el  matrimonio, el código es una falacia, un tinglado, un negociado  donde muy pocos  conocen la verdad: bien casados  en la Iglesia hay un puñadico.

Urge volver a empezar este camino de legalidades espúreas.  Estamos ante un queso con demasiados agujeros.   Ya lo dijo aquel: una cosa no es justa porque sea ley, sino que es ley porque es justa. 

A este Código le sobra mucha grasa, mucho maquillaje a la señora, mucha burocracia, y muchas maneras.

Pero, en fin, es sólo una opinión.

4 comentarios:

  1. Querido Suso, iba a contestar pero mi licenciatura y doctorado en derecho canónico no me ha dado materia y no se que decir... Pero me suena raro. Hay q ir mas a la playa.

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  2. Ayer hablé con un licenciado y doctor en derecho canónico...este eliminaría medio Vaticano, personal incluido

    Es un montaje.

    Manana a la playa

    Un abz

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  3. Ayer hablé con un licenciado y doctor en derecho canónico...este eliminaría medio Vaticano, personal incluido

    Es un montaje.

    Manana a la playa

    Un abz

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    Respuestas
    1. Yo también fui a la playa, y no me dio tiempo a pensar en eso

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