Hoy nace un nuevo vida. ¡Gracias!
Y ahora a andarlo hasta el atardecer, y un poquito más.
De pequeño me desayunaba un tazón de Colacao, y salía de casa con la bata de rayas azules y blancas del colegio El Salvador , con unos calcetines que se comían los zapatos, y que no hacía más que recoger cada dos por tres, tirando de ellos fuerte parriba, despeinado, y tan feliz y tan campante.
¡Tengo que recuperar ese Susín!. No me va a costar.
Todo lo que tengo bueno hoy, que no es mucho, viene de esa edad, de ese tiempo. Me lo han dado. Lo poco que me queda de sencillo, de alegre, de tonto, lo he recibido. Ni se me ocurre pensar que fue esfuerzo mío, o que lo construí con mi carácter.
Ni hablar: vivo de esa herencia
Hace unos días lloré como un mocoso, como de crío, cuando fui pillado in fraganti robando, o cuando mi madre me ofreció un cuchillo la noche que le grité "¡no os aguanto, me quitaría la vida ahora mismo por no verte!"...o aquella noche que escapé de casa y regresé de madrugada con los zapatos en la mano , con quince años, apestando a alcohol, vidrioso...y mi madre abrió la puerta.
Necesito ese Susín.
¡ Bien, chico, un buen comienzo !
ResponderEliminar...
Mi abuelo me decía, mira para atrás, trata de recordar cuándo no la has cagado; borra lo demás y empieza desde ahí.
En los últimos cincuenta años he seguido su consejo un par de veces al año, es decir un centenar de veces. Así que soy todo un experto.
El sistema funciona, una, dos, tres, cuatro..., y hasta cien veces.
Es cuestión de no perder la fe en el procedimiento.
E términos matemáticos el procedimiento es una invariante absoluta y diacrónica, más conocida en su casa a la hora de comer como I.A.D.