Bien, hoy la Tierra termina de dar la vuelta al sol. Vamos a una velocidad de 30 kilómetros por segundo.
Cuentan que iban dos en un tren asomados a la ventana y uno le dice a otro:
- Oye, ¿has visto lo rápido que van los postes?.
- ¡Jodo!: ¡cómo que yo a la vuelta me monto en uno!
A cierta edad, el tren de la vida se acelera y uno observa por las ventanillas pasar los postes del telégrafo. Son los años , los sucesos y la memoria que se precipitan y no hay quien pare aquello.
No me gusta la Nochevieja, nunca me gustó . Hace muchos años que no tomo las uvas. De todas formas , la Tierra gira también sobre su eje, así que las campanadas se iniciarán en Australia, y ese tren con su bullicio de gente enloquecida irá recorriendo el planeta de este a oeste para formar una ola de enajenación sobre todos los meridianos del planeta.
Esta noche ese tren transitará entre multitudes borrachas , gente que se abrazará emocionada , muchedumbre
que dormirán en Sidney, mientras amanece en Nueva York .
que dormirán en Sidney, mientras amanece en Nueva York .
Pasará por tierras de pobreza , también de guerra. Esta noche el amor engendrará hijos queridos, y el deseo también, , la lujuria y el terror. Se confundirán los gritos de alegría con los del dolor .
A veces pienso que este tren va sin maquinista y sin revisor , dando vueltas en el desvarío del planeta , con una humanidad que parece viajar dentro ciegamente. Cualquier día descarrilará y nos precipitaremos hacia el acantilado como la piara de cerdos de Gerasa.
Me gustaría detener el tiempo esta noche.
Esta noche estaré en Tiedra , en lo alto del páramo , donde hay un Centro Astronómico. Allí hoy se verá el cinturón de Orión , y muy cerca Aldebarán, una estrella que está 66,6 años luz de distancia.