La vida es un río , ya lo escribió Manrique.
De ese río turbulento y embarrado que arrastra a familias enteras , personas honestas, bandidos , perros , platos de bateo ,y enseres, hay quien criba la arenilla y la gravilla ,y sabe sacar una pepita de oro de su vida , que no es otra cosa que el placer de la carcajada, el brillo de una mirada de amor, el perdón , la alegría...
Somos buscadores de pepitas de oro.
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LA BARULLA: ¡QUÉ ATREVIDA ES LA IGNORANCIA
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ResponderEliminarFue así.
ResponderEliminarEn una visita al Real Sitio de La Granja, en Segovia.
Mucha gente en verano, admirando el paraje fresco y los jardines delineados donde los reyes españoles descansaban, básicamente tocándose la minga.
Potentísimos árboles. Soberbias construcciones de piedra. Grandes plazas donde el hombre encuentra su justa proporción.
Un Versalles cuco y pequeñito; tan bello tan bello que casi olvidas que fue construido sobre la grupa de un pueblo mísero.
...
Todo el día marcado por una temperatura alta y constante.
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Y en un momento se lió la marimorena.
El viento mareó las altas copas de los árboles.
Unas nubes grises desembarcaron en la Normandía segoviana.
A través de los montes los dioses nos regalaron gloria en forma de lluvia.
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Todo un espectáculo que provocó que mi hija asomara curiosa su cabeza del interior de carrito y elevará su mirada al cielo.
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Y lo sentí de forma rotunda.
La Creación, la condición humana, la inteligencia y la curiosidad. El futuro.
Todo junto en la cara mojada de una niña que miraba hacia los cielos.
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Hay días que ganas me dan de provocar un incendio mundial y que todo se marche al mismísimo Carajal. Pasando previamente por el infierno.
Esos días recuerdo la imagen de mi hija en La Granja, y me calmo.
Tardo un rato, pero me calmo.
Un rato largo, muy largo, y me calmo.