Salgo a dar una vuelta y veo la luna llena.
Dicen que el sol se está apagando, y que un día iremos a fundido en negro.
Ahí arriba no hay más que piedros y piedros , unas moles enormes , incandescentes o muertas, que dan vueltas en órbitas ciegamente sin abandonar jamás el carril.
Otros atraviesan nuestra atmósfera y caen . Así sucedió con el que formó el Cráter Acraman en Australia: el meteorito hizo un lago que se conoce como Lago Acraman. El impacto se produjo hace aproximadamente hace 580 millones de años.
Cualquier día nos pasa lo mismo, y a tomal pol saco, colegui.
Da igual que haya mil o mil millones, o una cantidad superior a cualquier imaginación matemática. Sucede que los astrónomos nos han comido el tarro, y los representantes o apoderados de los dioses en la Tierra han vendido la moto con el cuento de las estrellas, con la amenaza de lo desconocido.
Puede que el universo esté infinitamente salpicado de cementerios de piedra parecida a la fachada del Templo de la Sagrada Familia .
Hace años vivía muy cerca del Templo y le colé a unos turistas que las torres estaban hechas de Piedra Pómez.
Y coló.
Toda la Universa Océana Sideral parece una inmensa alfombra de guijarros que van deslizándose sobre la superficie de la sopa cósmica haciendo ondas , como cuando de chavales íbamos al río.
No sé por qué razón cuando hablamos de Dios lo ubicamos en el Cielo: allá arriba. Él dijo que estaba dentro de nosotros.
Lo de "allá arriba" se trata de un absurdo, gigantesco e inútil, incapaz de transmitir la más mínima emoción. Nada: un conjunto de bolas de fuego, como luces de neón de un inmenso puticlú bajo cuyo resplandor nace la vida en unos lejanos planetas semejantes al nuestro.
Tal vez se cuenten por millones los mundos habitados y estén debidamente parcelados por el catastro.
Cuesta creer que a millones de años luz haya gente dándose de usties por las banderas, o no, que resulta que su Adán y Eva no cometieron el pecado original y van todos en pelotas, tan felices y tan campantes.
La verdad , si existe un número infinito de planetas tan jodidamente cabrónes como éste ,vamos buenos.
Somos muy raros. Cuando se descubra el truco, se verá que el universo no es más que un tingladillo de fosfatos, carbonos y ácidos, combinado por el azar. Y que Dios está en tu corazón, en las junturas del alma.
Cuando reces no mires al cielo: cierra los ojos.
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