Soy hijo de unos padres carrozas . Fui un penalti , probablemente fruto de una cogorza de mi padre .
Una de sus gracias era decir que yo fui concebido porque violó a mi madre una noche que llegó beodo a casa.
Les recuerdo a la gresca diaria , y con buena apariencia exterior. Me llevaron a un colegio religioso porque era donde los jefes de mi madre llevaban a sus hijos.
"En ese colegio tus amigos te colocarán en la vida", decía mi madre.
Mis padres rompieron el día que decidieron no sacudirse más. Recuerdo los silencios que como una nevada densa se formaban en casa. Yo me refugié en el ambiente de un club juvenil donde iba con los amigos de clase por las tardes a hacer actividades, a estudiar. Allí no escuchaba los golpes secos en los tabiques, los chillidos de rata de mi madre .
Mi padre , lo he visto después, era un celoso. Y mi madre le daba motivos.
Después de la borrasca, los domingos, mis padres salían de casa cogidos del brazo, conmigo requetepeinado. Íbamos a Misa a la iglesia que frecuentaban nuestros amigos , saludaba con exquisita cortesía a los vecinos , tomábamos el aperitivo y regresábamos al hogar con un kilo de pasteles.
El lunes,otra vez follón. Yo me despatarraba en la alfombra viendo la tele mientras oía el estruendo de cosas que se rompen y gritos aterradores. Me había acostumbrado a abstraerme en medio de las alambradas. Como en la película Senderos de gloria , escuchaba a mi padre cruzar territorio enemigo silbando blasfemias como Kirk Douglas con el silbato en Senderos de gloria.
Tampoco me impresionaba escuchar a mi madre verla en camisón y amenazar con tirarse por el balcón.Nunca lo hizo. O aquel día que vi a mi padre masturbándose en el baño.
Un día dejaron de pelearse y pocos años después, era gente con estudios, decidieron separarse.. El asunto fue bastante bien a la hora de repartirse los enseres. Para ti, tal, para mi cual, que si eso para mi, que si eso otro para mi... animados.
Hasta que llegué yo. No creo que me quisieran mucho. En realidad era un problema de egoísmo atroz. Volvieron los gritos por mi culpa: mi madre puso el instinto de de leona sobre la mesa y lanzó al aire un rugido salvaje que tembló la casa:
-Al niño lo ha parido yo.
-¿Y el espermatozoide, de quién era?
- Si te lo digo te mueres
Un día me preguntaron que quería yo. Creo que contesté que me dejaran en paz.
Se divorciaron cuando yo tenía trece años y muchos granos en la cara. Mi padre se fue aprovechando que mi madre estaba en un viaje de trabajo . Mi padre no quiso hacer una escena al abandonar la casa. Metió en la maleta el último calzoncillo y, con la naturalidad de un comercial que se va a Aranda de Duero , atravesó el salón saltando por encima de mi que estaba echado en la alfombra , me dio un beso en la frente, me dijo que vendría el sábado a buscarme, y me puso un dinero en la mano.
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- ¡Vaya!, ¡ya estamos en Lérida!- aquí bajo.
- Pues sí que se ha hecho corto el viaje...y me deja cuando estaba más interesante.
- Como me dijo que había sido profesor del Terraferma...
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