miércoles, 2 de septiembre de 2015

ALIMENTO PARA LOS DÉBILES.

Hubo un tiempo  que  pensé  que  la  iglesia debía de ser una especie de club de almas selectas, una especie de C.O.E.  , Cuerpos de Operaciones Especiales, West  Point, ¡sí, señor, sí!, ¡no hay dolor!.

Incluso   conocí sacerdotes  que negaban   la absolución por considerar  que no había  auténtico propòsito   de la enmienda. ¡Dios, cuánta  tontería, y  qué daño  han hecho!

Y leo esta  reflexión del Papa:

"Y tampoco las puertas de los sacramentos deben cerrarse por una razón cualquiera (…) La Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”.

¡Cómo  cambia  la película  cuando  te das cuenta que  el perdón  y la Eucaristía  es alimento  para  débiles!

Hoy, ahora,  así es  como  me encuentro.

1 comentario:

  1. Magnifica entrada Suso!

    En mis tiempos del Betis llegué a atormentarme muchísimo con el tema de negar absoluciones porque alguien pensara que no había proposito de enmienda....

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