viernes, 9 de octubre de 2015

MADRE NO LLORES

Hace pocos años, el Gobierno polaco dio autorización para celebrar un concierto en el interior del campo de Auschwitz, donde fueron asesinados más de un millón de judíos. La pieza que se tocó fue la sinfonía de las Lamentaciones de Gorecki, inspirada en canciones populares del Renacimiento.

En el segundo movimiento de esta composición Gorecki pone música a una oración de una niña de ocho años, grabada en los muros de una prisión de la Gestapo: «Madre, madre, no llores. Reina del cielo protégeme para siempre».

Esta niña sobrevivió a la barbarie, como tantos otros ,había conocido en estado puro algo que es mucho peor que la muerte: la maldad humana. Habían sido testigos de la destrucción de todo lo que amaban por una ideología que convertía en alimañas a seres que decían defender los valores de la civilización europea.

Hoy  , me estremece  esa maldad , y pido "Madre, madre, no llores. Reina del cielo protégeme  para siempre".






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