jueves, 5 de noviembre de 2015

SALIÓ EL SOL Y ESTOY VIVO.

Cuando estoy en lo escondido, cuando nadie me ve, recuerdo  quien soy . Y si Él ya sabe lo que necesito antes incluso de que pida  nada , entonces, sólo queda callar y recordar.

Una tarde , Carlos Cardona, sacerdote de una sensibilidad extraordinaria, después de escuchar  de mis labios una  confesión absurda, desordenadísima, caótica , me dijo: "vamos a pasear fuera, si no te importa".

Me quedé helado, pues no sabía que era él quien estaba en el otro lado de la rejilla. Lo que había confesado  tenía la suficiente entidad para dos cosas:  pedirme que buscase ayuda  médica, o enviarme a la mierda.

Paseamos y me dijo: estás  perdido, vives en el desvarío. Cuando estés así, vuelve al principio.

- ¿Cuál es el principio?, pregunté.

-  Lee los evangelios. Allí está todo.

Muchas veces he vuelto al desorden, a  cruces de caminos , y por h o por b, apareció el Evangelio de la manera más insospechada.

Esta mañana me ha despertado el sol por las rendijas de la ventana  , abrí de par en par la persiana, y recordé la frase de que ni Salomón se vestía como este otoño que alfombra la calle de hojas  secas y húmedas. . 

En la estación de tren me enseñó una azafata a imprimir el billete , y me dijo: " ya es la tercera vez que pide este servicio".

- ¿Y siempre se lo pedí a usted?

- Pues sí.

- Pues venga, enséñame para tontos, y prometo aprender de verdad. Y me cogió el dedo y acompañó los tres pasos en la maquina  como si fuese  tonto de verdad.

 Después he desayunado en la estación y dejé invitada  a la azafata  para cuando terminase el turno .  LLovió, y esa agua me hizo feliz. En el AVE escuché  la conversación de una madre , una señora mayor, con su hija. Se despidió con un "yo también te quiero, hija" .

Mientras viajo con los ojos cerrados pienso en pendientes que tengo por hacer:  pedir hora al médico, hacerme unos análisis, que ya te vale, que llevas  años sin hacerte nada,  operarme de una hernia que lleva años que si patatín...

Leo un libro de Pla al  llegar a casa "Viaje en autobús".

Don Carlos  me habló de leer el Evangelio si estoy perdido.

Hoy sé  que no estoy perdido. Hoy Él sabe mejor que nadie lo que necesito, y me lo dará. No será lo que yo quiera, pero será como la sorpresa que se dará la azafata al ser invitada por un anónimo agradecido.

Sé que todas las flechas   infaustas  que la vida nos lanza casi ninguna da en el blanco. Caen aquí y allá,  pero  somos nosotros los que las quitamos  del suelo y nos las hundimos con rabia  en el corazón, en la  cabeza,   o en eso que llamamos amor, y resulta que es sexo.

En fin, basta con saber que hoy, otra vez , salió  el sol, estoy vivo.

Y que te quiero porque ya sabes lo que necesito.

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Por cierto, hay en el ciber espacio una nave muy parecida al Barullo...el que la encuentre, le regalo un libro.

1 comentario:

  1. Vamos a centrarnos de una vez.
    ...
    ¿Qué es eso de dejar pagado un simple desayuno ?
    Fallo total de estrategia.
    ...
    Flores, esa moza se merece un ramillete.
    Y sin ninguna vergüenza.
    ¿Que a lo mejor tiene pareja ? No pasa ná.
    ¿Que es una asesina en serie y te va a cortar en pedacitos ? Mala suerte, amigo.
    ...
    Díselo con flores.
    No te jalarás un rosco, pero quedarás como un señor.
    Y a estas alturas, no está nada mal regalarse un subidón.
    Pero nada mal.

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