Voy al Canposanto de Matilla a visitarte. Te traigo flores , las margaritas que tanto te gustaban. Tú eres el mejor ramo de luces nuevas en este sábado . Me parece verte, palpitando, bajar sobre nosotros y besarnos con el suave vibrar de tus alas.
Besas las manos de tu madre...¡Siempre presumiendo de nosotros!...
Te subes a la torre de la Iglesia y desde allí nos ves a todos, y tu sonrisa parece el sol de hoy...después irás con él a dar la vuelta al mundo, hasta mañana, que vendrás por el este a despertarnos.
Yo soy , ya sabes, un pajarito asustado. Pero me quedo tranquilo , pues tú tienes alas lo suficientemente grandes para darme abrigo, acunarme. y decirme al oído " no te preocupes, todo está bien!: tengo alas lo suficientemente grandes para cobijaros a todos".
Aquí estoy seguro; me guardarás como a un jilguero perseguido.
Poco a poco lo conseguiremos, Manuela,. Mañana será todo de otra manera. Pronto la vida empezará a ser como antes y no habrá necesidad de repetirme que me has perdonado.
Desde donde estás ahora, lo sé, todo es alegría, felicidad, paz, amor, y luz.