No me des el pan, haz conmigo lo que quieras. Cambia el aire que me rodea por agua, y hazme un pez de tu mar.
No me quites la flor que nombra mi corazón a todas horas, enjaulado en barrotes algo atormentados.
La lanza de Longinos ,
el agua que de pronto
estalla de una tormenta , el perdónale que no sabe lo que hace .Mi lucha es agónica y vuelvo
con los ojos hartos de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al sentir tu sonrisa subes al cielo y preparas para mi una habitación con ventana a la plaza de la vida.
Amor mío, en la hora
más negra brilla tu risa, y si de pronto
ves que mi lágrimas enlodan los caminos de tierra de la calle,
ríe, porque esa risa me canta letras muy hermosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario