martes, 20 de octubre de 2015

ALMA MÍA

Alma mía, como en el Erbarme dich, mein Gott de la Pasión según san Mateo .

(ten piedad de mí, Dios mío,
advierte mi llanto.
Mira mi corazón,
mis ojos que lloran
amargamente ante Ti.
¡Ten piedad de mí!

Yo quisiera que fueses esa voz  cantada que se aferra a mi alma, como lágrimas que piden un perdón  que no merezco   desde las que  se remansa la canción de cada día. 

Camino atento  hasta llegar donde el eco  del contralto se adorna  con el violín y la orquesta, y allí me recojo sobre mí mismo   a un ambiente de extraordinaria belleza, y vuelo , poco a poco, sin prisas, a la espera de la voz que inicia la humilde plegaria

Hasta que te das cuenta  de que esa canción  eres tú mismo, entonces la vida  como un pañuelo viejo se despliega  ante ti,   escuchas la brisa  y tu voz de niño , el cansado toser de María , los vencejos que vuelven , y las primeras palabras de amor, y aquel beso  en el que dabas el alma vestida de violetas  cerrando los ojos por si te morías  delante de un espejo por donde iba y venía una sonrisa.

Escuchas un eco lejano  en tu interior .Perdiste la vida sin saber que la vida  ya no vuelve, nunca, jamás. 

María , tu madre, te acaricia La vida misma es el eco de ti andando .

Y ahora sabes todo lo que hay que saber. Y Ella te susurra: nunca supiste lo que hacías.







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