Para dar gracias a Dios por haber llegado de verdad el frío de enero me he tomado una sopa de ajo . Mientras llueve sorbo el caldo y siento el sabor del pan y las almendras.
Huele a asfalto mojado . Hay que desafiar al destino con un instante de felicidad.
Con esta lírica uno se enfrenta a la tragedia diaria . Hay una melancolía en la luz gris y acerada de enero sobre el parque .
Con esta lírica uno se enfrenta a la tragedia diaria . Hay una melancolía en la luz gris y acerada de enero sobre el parque .
Sentado a la mesa, reflejado mi rostro en el fondo del plato , rezo a modo de bendición este pensamiento de Séneca: el que no desea nada lo posee todo.
Y dicho esto bajo la cuchara hacia una de las grandes verdades de nuestra existencia sin pronunciar una palabra.
Y dicho esto bajo la cuchara hacia una de las grandes verdades de nuestra existencia sin pronunciar una palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario