"Yo no te lo hubiera perdonado jamás", me dice.
- Yo tampoco me hubiese perdonado- contesté.
El perdón es una decisión , no un sentimiento. Uno pide perdón sinceramente,o con toda la sinceridad de la que uno es capaz, y depende del otro que seas perdonado. En realidad , perdona quien más ama.
- Ama mucho porque se le ha perdonado mucho .
Ser perdonado me fascina. De bien canijo he tenido que pedir perdón, y de muchas maneras. Me fascina , y también me conmueve: siempre que he sentido el perdón en cualquiera de sus formas, signos, manifestaciones, he palpado el latido de mi pequeñez, y la grandeza del que perdona.
Todas las parábolas son "del uno": un pastor pierde una oveja, una señora pierde un dracma, , el hijo pródigo trata de uno que se pierde, el buen samaritano se cruza con uno que le han asaltado, uno encuentra una perla de gran valor, un fariseo y un publicano, un grano de mostaza, el rico tonto, el dueño de la casa y el ladrón...
Dios, dicen, sólo sabe contar hasta uno. Y, del mismo modo que "no te hubiera perdonado jamás", ese Dios lo perdona todo. Todo es todo.
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LA BARULLA : ¡JODER QUÉ GALLINERO!
Ya sé, soy in degenerado, pero cada vez que veo el cuadro del hijo pródigo no puedo remediarlo. ¿Cómo se pudo pintar un cuadro así ... esa postura?
ResponderEliminarEl poder de la imaginación...¡tan subjetiva!
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