domingo, 31 de enero de 2016

EL BIEN Y EL MAL.

El bien y el mal son dos ríos muy caudalosos que cruzan  nuestros  corazones .

Quisiera  saber   cuál de los dos ríos lleva más agua y también el lugar exacto de su desembocadura. Y, ya  puestos, cuantos  sedimentos  se  depositan  en mi  delta  , y  cuantos brazos  se  forman y dividen  en ríos  que se van   separando y volviendo a juntarse para formar un cúmulo de canales.

Un delta o un estuario que  se ha formado  desde  el nacimiento hasta la desembocadura. 

Esas mismas corrientes atraviesan el corazón humano: en su ribera abrevan a la vez el niño que fui  y  diablo  que habita en  mi. Atraviesan las aguas  pantanos envenenados que esconde  el cadáver  del niño  que mataste.

Como   aquel día  que tu jefe  os consultó a  todo el despacho  qué opinabais de  despedir a  tu  mejor amigo  y  compañero de  trabajo.

Uno a  uno  fue  declarando  su opinión . No lo defendisteis. Todos  bajasteis el dedo pulgar   por cobardía.

Lo que no esperabais era que esa conversación  fue  grabada  y la usó  para  reforzar  el despido.

Te sentiste sucio, cobarde, miserable. Allí aprendiste  que  una persona honorable  como tú puede dejar   morir a  alguien muy querido  después de haber salvado otra vida por la mañana.

No pasa  nada. Hace  unos días casi  le arranco   la yugular de un mordisco a un automovilista que quiso birlarme  el sitio para aparcar:

- Como aparques allí te  quemo el coche- grité  desaforado.

De  todas  formas,  por cada herido hay dos camilleros. Dos enterradores atienden  un  muerto. Por cada  caído  en un accidente hay  innumerables donantes de sangre. 

De todos  los niños  y demonios  que habitan en ti   hay más más buena  gente que     devuelve la cartera  que rateros.El tigre y el ángel abrevan juntos.Pero en el fondo, por cada uno que muere , cuatro  lloran  por ellos y se  les  echan de  menos.

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AQUÍ:LABARULLA: A MI.

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