Te miro dormida al amanecer
y se te vuelven flores los párpados cerrados.
Yo te sostengo en silencio
Y si te mueves siento tu aroma.
Te lo digo otra vez:
cuando abras los ojos allí estaré:
me llamo Suso y te quiero .
Eres un presentimiento que poco a poco avanza en mi vida,
como el sol recorre de este a oeste cada día
Te miro dormida y escucho el susurro tenue de tu respiración.
Nadie puede saber lo que siente mi corazón.
No quiero que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz a tu lado, sin haber aumentado tus sueños.
No nos dejemos vencer por el desaliento.
No abandonemos las ansias de hacer de nuestra vida algo extraordinario.
No dejemos de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Al menos el nuestro.
Pase lo que pase nuestra esencia enamorada está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
Aunque el viento sople en contra,
nuestro amor continúa:
No dejes nunca de soñar por lo que amamos..
Verte para amarlo todo.
Verte: qué oración tan pura,
archipiélagos, montañas , nubes, mares, vientos,
las partes de los confines de la mar océana
en las yemas de nuestros dedos.
Ana, te quiero.
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EL BARULLO: LA GENERACIÓN DEL 27.
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