miércoles, 16 de marzo de 2016

HE VENIDO

He venido para sembrar contigo esta entrada  de emociones  y de nuestras cosas. He venido para compartir soledades, las  tuyas, las   mías, que estamos  bien ,o  no, que  estamos como una puta  cabra.

He venido para  escuchar  , también para charlar. Hoy  , por  ejemplo, tengo miedo  porque  a  lo  mejor un día  de
estos  pierdo  el  empleo . No  lo sé. Cosas  mías, que me  caliento  la  cabeza yo solo.   He venido para dar y para recibir. Para  decirte  que  quiero  que tu mujer  sane.  Si de  mi  dependiera , ahora  mismo  ofrecía  la  mía  a cambio de su  salud, que es  la tuya. Sé  que a Dios  esos  cambios  no  le  conmnueven lo  más  mínimo. Si  así  fuese , yo  hace años  estaría  andando  otros  valles.
  
He venido para amar y para ser amado.Para  escribir   mi amor  por ti. Te  llames como  te  llames. Hayas hecho  lo que hayas  hecho.  Todos hemos  hecho  cosas  de  las  que  nos avergonzamos. Todos. Y también  sé que  hemos nacido para  querernos y perdonarnos  porque  si no, ¿  de  qué cojones  va  esta  película?

Hoy  estoy  aquí   para ayudar y para pedir ayuda. No  apagues  la  luz  del pasillo  y deja  la  puerta de la habitación  abierta.  Quiero   acompañar y buscar compañía. Sentir un beso en la oscuridad. Unos  dedos que se entrecruzan y  ensartan en el tapíz de nosotros. He venido para que me conozcas y para conocerte.

He venido para esperar contigo que las cosas mejoren y no  estar  solo. He venido dispuesto a todo.


-------------------------
EL BARULLO: EN UN PARABRISAS

1 comentario:

  1. Aquí abajo hace un calor del carajal.
    Creo que esto es el puñetero infierno; debe de serlo porque la peña anda pelín quemada.
    Pero ¿sabes una cosa, amigo?
    En mi casa hay un rincón pata tí, donde siempre hay una botella de vino, un cacho de pan y un chorizo que pica y está de muerte mortal.
    E historias, un carajal de historias.
    Algunas son imposibles, otras son fantásticas, otras tienen nombre de mujer, y para entender algunas hay que hacerse antes un millar de kilómetros oyendo música calladito.
    Sí, soy un puto brasas, lo sé.
    Pero es lo que tiene haber pisado el infierno.
    Esas llamas abigarradas que parece que te van a devorar, en el fondo te hacen ver las cosas de manera diferente.
    Tan distinta, que a veces el infierno y el cielo son la misma cosa.
    Dos caras de un mismo medallón.
    ¡Abrazote!, que no se sabe muy bien si la palabra se refiere a un abrazo o a un azote.
    O a ambas, que es lo más probable.
    Chico.

    ResponderEliminar